Supermercados y mayoristas con expectativas moderadas
El sector de supermercados y autoservicios mayoristas proyecta un cierre de año con señales moderadas de recuperación. Y un inicio de 2026 marcado por expectativas prudentes. Así lo reflejó la Encuesta de Tendencia de Negocios que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Ésta relevó la evaluación empresarial correspondiente a octubre de 2025 y recopila las previsiones para el trimestre noviembre 2025-enero 2026.
El informe muestra un escenario heterogéneo en el que conviven percepciones todavía negativas sobre la situación actual. Así como mejoras parciales en algunas variables clave y un repunte del indicador de confianza empresarial (ICE). Aunque se mantiene en niveles bajos, exhibe una tendencia de recuperación tras varios meses en terreno negativo.
De acuerdo con el relevamiento, el 30,8% de los supermercados y los mayoristas considera que su situación comercial actual es mala. Mientras que el 7,7% la evalúa como buena y el 61,5% como normal. Con estas respuestas, el balance se ubica en -23,1%, ubicando al sector todavía en un terreno desfavorable.
La situación financiera también continúa débil: el 19,2% de las empresas declara una posición financiera mala. Frente a solo un 6,4% que la califica como buena. El balance resultante es -12,8%, aunque el 74,4% la percibe como normal, lo que indica cierta estabilidad pese a la falta de mejoras contundentes.
En cuanto al acceso al crédito, predomina una fuerte percepción de dificultad. El 39,7% de los encuestados considera que obtener financiamiento es difícil. Mientras que únicamente el 5,1% lo percibe como fácil. Este es uno de los indicadores con peor balance: -34,6%.
Los niveles de stocks muestran una distribución más equilibrada. El 62,8% asegura mantener existencias normales, el 20,5% señala un nivel por debajo de lo habitual y el 16,7% por encima. Aquí el balance es levemente negativo, en -3,8%.
Entre los factores que restringen la expansión de la actividad comercial, la demanda continúa siendo el principal condicionante. Un 55,8% de las firmas la identifica como la principal limitante, casi sin cambios respecto del trimestre previo.
Otros factores relevantes son el costo laboral, que afecta al 24,7% de las empresas, y el costo de financiamiento, que pasó de 4,3% a 7,8%. La competencia dentro del propio sector, aunque aún minoritaria, mostró un incremento respecto del período previo. En contraste, rubros como el suministro, la superficie de ventas y la capacidad de almacenamiento aparecen apenas mencionados o directamente sin incidencia para el período relevado.
Pese a la percepción adversa sobre la situación actual, los supermercados y los mayoristas proyectan una mejora en la situación comercial para los próximos tres meses. El 32,1% espera un progreso, frente a un 6,4% que anticipa un deterioro. La mayoría, el 61,5%, prevé estabilidad. El balance final es positivo en 25,6%, evidenciando expectativas moderadamente optimistas. Respecto al volumen de pedidos a proveedores, las señales son más cautas. Solo el 20,5% prevé aumentos, mientras que el 17,9% anticipa caídas. El balance es apenas positivo, en 2,6%.
En términos de empleo, el 78,2% espera que no haya cambios en sus dotaciones de personal. Apenas el 5,1% prevé aumentos y un 16,7% estima reducciones. El balance de -11,5% confirma la tendencia de estabilidad sin expansión de puestos de trabajo. Las expectativas sobre precios de venta mantienen la dinámica inflacionaria. El 52,6% considera que sus precios aumentarán durante el próximo trimestre, mientras que el 43,6% prevé estabilidad y solo un 3,8% una disminución. Este indicador no forma parte del cálculo del ICE debido a que su interpretación varía según el contexto macroeconómico.
El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de supermercados y autoservicios mayoristas se ubicó en octubre de 2025 en 2,1%, recuperándose de meses previos en terreno negativo. Si bien continúa dentro de una franja baja histórica, la evolución reciente sugiere una mejora incipiente en la percepción del sector. Este índice combina las evaluaciones de la situación comercial actual, las expectativas futuras y el nivel de stocks. Con valores posibles entre -100% y 100%, los repuntes recientes contrastan con caídas profundas registradas entre 2023 y comienzos de 2024, cuando llegó a ubicarse por debajo de -20%.

