Mejoró el perfil crediticio de algunos subsoberanos argentinos
La prudencia fiscal y los cambios en el entorno operativo mejoran el perfil crediticio de algunos subsoberanos argentinos. Así concluyó un análisis de la calificadora de riesgo Moody’s. La firma subió las calificaciones de las provincias de Córdoba, Mendoza y Chubut. Mientras que estabilizó las de Misiones, Tucumán y Formosa.
Durante el último año, se produjeron cambios estructurales significativos en el sector de los gobiernos subnacionales. Reconfigurando así sus estructuras de ingresos y egresos. Como también sus alternativas y necesidades de financiamiento.
La disciplina fiscal en un contexto de elevada inflación permitió mantener sólidos resultados. A pesar de que los ingresos se afectaron por diversos factores, tanto transitorios como permanentes.
En 2024, la mayoría de los subsoberanos argentinos mostraron evoluciones favorables a pesar del contexto desafiante. Una mayor prudencia fiscal y la disminución gradual del endeudamiento en moneda extranjera mejoraron el perfil crediticio de algunos gobiernos locales y regionales. En este sentido, se tomaron acciones de calificación sobre ciertos emisores.
A partir de 2025, los resultados fiscales tenderán a normalizarse. Moody’s espera que los recursos crezcan en términos reales en la medida que la actividad económica mantenga un sendero de recuperación. Esto permitirá recomponer los gastos corrientes y de capital, que en 2024 alcanzaron niveles históricamente bajos. Bajo ese escenario, la calificadora aguarda que los resultados fiscales se compriman gradualmente en el año.
A pesar de las mejoras en materia fiscal, los desafíos aún persisten en relación al financiamiento. En los próximos años, algunos subsoberanos argentinos continuarán enfrentando importantes vencimientos de deuda internacional.
Por lo tanto, más allá de la sostenibilidad de los resultados fiscales, serán de especial relevancia las distintas fuentes de financiamiento. En los últimos años se observó una tendencia creciente de emisión de títulos públicos en el mercado local para refinanciar pasivos. Mientras que, en contraste, desde las reestructuraciones de 2020-2021 no se realizaron emisiones en el mercado internacional. Alternativamente, para el financiamiento de obra pública e infraestructura será relevante el rol de los organismos multilaterales de crédito.
“Nuestras proyecciones originales consideraban al 2024 como un año de importantes desafíos para el sector. Por un lado, varias jurisdicciones comenzaban a enfrentar amortizaciones de deuda internacional que presionarían la liquidez. Por otro lado, se destaca el cambio de contexto en materia de ingresos de origen nacional. Con la fuerte disminución de las transferencias no automáticas por parte de la administración nacional. Y la caída en la recaudación impositiva como consecuencia de una menor actividad económica”.
“A pesar de los desafíos, las provincias demostraron resiliencia en términos fiscales. Los resultados de 2024, aunque extraordinarios, en muchos casos superaron significativamente las expectativas originales. Dos factores contribuyeron a esta evolución. En primer lugar, los componentes relevantes del gasto corriente evolucionaron por debajo de los niveles de inflación. En segundo término, la disminución o postergación de la obra pública redujo significativamente los gastos de capital”.
“De cara al futuro, esperamos que, conforme se normalicen las variables macroeconómicas, los resultados fiscales se compriman. Tanto los componentes del gasto como los ingresos se incrementarán gradualmente en términos reales. A medida que la actividad económica se recupere y se consolide el proceso de desaceleración inflacionaria que se viene observando desde el año anterior”.
“A su vez, la gradual recuperación del salario real de la economía en general afectará a los salarios del sector público. Y en consecuencia, el gasto en personal incrementará su participación relativa en los gastos de los GLR. Por el lado de los ingresos, la recuperación de la actividad redundará en un crecimiento real de la recaudación de impuestos tanto nacionales coparticipables como provinciales. La disciplina fiscal llevada a cabo por algunas jurisdicciones permitirá una mejor adaptación al nuevo contexto”.
“Sin embargo, la normalización de las ejecuciones fiscales provinciales dependerá de cómo evolucionen los distintos sectores que componen su economía. Así como de las potenciales reformas estructurales que se lleven a cabo a nivel nacional, como podrían ser eventuales reformas impositivas, previsionales, laborales, entre otras”.

