Reducir costos debe ser una palanca para transformar
Reducir costos no debe interpretarse como una respuesta táctica y coyuntural, sino como una palanca estratégica clave para transformar las organizaciones. Y sentar las bases de un crecimiento rentable y sostenible a largo plazo. Así lo afirmaron analistas de Strategy&, la consultora de estrategia de PwC Argentina.
El escenario actual de desaceleración de la inflación impulsa a las empresas a lograr altos estándares de eficiencia para ser competitivas. “Reducir costos para salir fortalecidos”, subrayaron Carlos Scavo y Máximo Repetto, director y gerente senior de Strategy&, respectivamente.
Estos expertos analizaron cómo las compañías que adoptan enfoques tradicionales de ajuste lineal suelen enfrentar serias dificultades. Para sostener su posición competitiva y financiera en los años posteriores a dichos procesos.
Como indicó el análisis, en momentos de presión financiera o crisis, muchas empresas optan por estrategias de reducir costos. Pero no contemplan su impacto en el corazón del negocio. Estas decisiones pueden incluir recortes generalizados de personal, cierres de unidades, congelamiento de inversiones o suspensión de proyectos estratégicos. Suelen generar resultados inmediatos en términos de ahorro, pero minan capacidades diferenciadoras y erosionan la propuesta de valor.
«Lo que vemos en numerosos sectores es que cuando la reducción de costos no se alinea con la estrategia de negocio, las empresas pierden competitividad. Pero además limitan sus posibilidades de captura de nuevas oportunidades. Es decir, recortan, pero no transforman. Y sin transformación, no hay crecimiento sostenible».
Frente a estas prácticas que dejan a las empresas vulnerables, Strategy& propone el enfoque “Fit for Growth”. Una metodología que ayuda a las organizaciones a rediseñar sus modelos de negocio. Priorizando inversiones en capacidades distintivas, eliminando gastos innecesarios y racionalizando estructuras que no aportan valor.
Esta gestión estratégica de costos comprende cinco elementos fundamentales que demandan análisis y visión a largo plazo. Conexión de costos con resultados, simplificación radical, revisión de cadenas de valor con foco en digitalización. Reevaluación del trabajo propio y del ecosistema y construcción de un sistema de gestión sostenible centrado en costos
«Las organizaciones que aplican este modelo logran convertir la necesidad de reducir costos en una oportunidad para reconfigurar su negocio. Enfocarse en lo que realmente las hace únicas y adaptar sus estructuras a las nuevas exigencias del mercado. Es una agenda integral, que va más allá del ajuste y habilita una transformación profunda».
El informe identificó a nivel global y regional ejemplos concretos de compañías. Al implementar programas de reducción de costos estratégicamente diseñados, lograron mantener o incluso acelerar su crecimiento. Así como incrementar su rentabilidad y fortalecer su resiliencia frente a la incertidumbre económica.
En Argentina, estos aprendizajes cobran particular relevancia, en un contexto donde las empresas enfrentan la presión de ser más eficientes. Pero también de adaptarse a nuevas dinámicas de mercado, cambios tecnológicos, tendencias de consumo emergentes y demandas de sostenibilidad.
«La eficiencia debe ser vista como una competencia organizacional permanente. No alcanza con ajustar costos cada vez que hay una crisis. Las empresas que sobreviven y prosperan son aquellas que incorporan la eficiencia como parte de su ADN. Integrándola a la estrategia de negocio y apalancándola para diferenciarse en sus mercados».
La agenda de costos debe abordarse con una mirada integral, combinando racionalización de gastos con revisión constante de la propuesta de valor. También optimización de procesos, rediseño organizacional, adopción de nuevas tecnologías y el desarrollo de capacidades clave.
