Los desafíos de las empresas constructoras
Los desafíos de las empresas constructoras se presentan en una era que combina mayor frecuencia de catástrofes naturales y creciente incertidumbre económica. Así concluyó el Informe del Mercado Global de Seguros y Cauciones de Construcción 2025 que publicó Aon. Este reporte ofrece nuevas perspectivas sobre el panorama en evolución, justo cuando el sector entra en la segunda mitad de un año crucial.
Si bien regresa un optimismo cauteloso, el camino a seguir requiere un mayor enfoque en la gestión de riesgos. Así como la planificación temprana de seguros y estrategias contractuales innovadoras para asegurar condiciones favorables.
Los fenómenos meteorológicos extremos están incrementando los riesgos y los costos de los seguros. Pero las innovaciones del sector están ayudando a mitigar la volatilidad. Como los modelos de datos avanzados y las soluciones alternativas de transferencia de riesgos.
Asimismo los proyectos de fabricación de alta tecnología están impulsando el crecimiento en Asia, Latinoamérica y África. Como data centers, plantas de baterías y fábricas de semiconductores.
Por su parte, las aseguradoras ofrecen cada vez más productos vinculados a la adaptación y la resiliencia climática. Apoyan las infraestructuras sostenibles y las iniciativas de construcción ecológica. Lo que buscan las aseguradoras son protocolos de seguridad mejorados, controles in situ y rigurosas garantías de calidad. Son ahora requisitos básicos para unas condiciones de seguro competitivas.
Además, en un entorno complejo, contar con el corredor adecuado es fundamental para diseñar programas que se alineen con las estrategias comerciales y faciliten el acceso al mercado.
Tras un período de relativa desaceleración de la construcción debido a la pandemia, América Latina experimentó un auge. Especialmente en proyectos de energías renovables e infraestructura, como por ejemplo, redes viales, puertos y aeropuertos. Esto se impulsó tanto por iniciativas gubernamentales como por inversiones del sector privado. Este crecimiento a su vez está impulsando la demanda de seguros de construcción, incluyendo productos especializados y a medida. Mientras que los proyectos se vuelven más grandes y complejos. La demanda de seguros de construcción es más volátil en sectores como la minería, el petróleo y el gas.
Los riesgos climáticos influyeron en las estrategias de suscripción de todos los segmentos. América Latina es propensa a terremotos, huracanes, inundaciones y otros desastres naturales. Las aseguradoras deben considerar estos riesgos, lo cual puede ser un desafío debido a su frecuencia y gravedad impredecibles. Se requieren modelos de riesgo sofisticados para ajustarse a estos riesgos climáticos. A menudo resultan en primas más altas y prácticas de suscripción más conservadoras.
En el caso específico de Argentina, se prevé un crecimiento del mercado. El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) se diseñó para atraer inversiones sustanciales a sectores empresariales específicos. Es probable que las inversiones bajo el RIGI requieran límites de responsabilidad debido a la continua volatilidad económica del país. Aunque la inflación se desaceleró.
“Es clave que la industria se prepare proactivamente frente a los riesgos y desafíos que presentan tanto el incremento de la frecuencia en los desastres naturales como la volatilidad económica mundial. Se trata de un proceso dinámico que necesita de planificación, colaboración entre diferentes actores y el uso de tecnologías avanzadas. Esta es la mejor estrategia para mejorar su resiliencia ante estos desafíos. Y así consolidar el potencial de proyectos a largo plazo en la región”. Esto explicó por su parte Clemens Freitag, líder de Industria de Construcción e Infraestructura para Latinoamérica en Aon.

