Las cerealeras exportadoras sostienen la presión sobre el dólar

Las cerealeras exportadoras sostienen la presión sobre el dólar

Tras la corrida cambiaria, que en 48 horas se alzó con US$ 1.100 millones de las reservas del BCRA, la conducción económica logró enhebrar un acuerdo con las cerealeras exportadoras. Este acuerdo le proporcionó US$ 7.000 millones a las exhaustas arcas del Central. Y simultáneamente el respaldo del Departamento del Tesoro de EEUU. El cual prometió hacer todo lo que sea necesario para respaldar al Gobierno. Así lo destacó el último informe del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano, que conduce Víctor Beker.

Cuando la oleada compradora amenazaba con perforar el techo de la banda de flotación, los dos anuncios generaron una caída. Tanto en la cotización oficial de la divisa como en el riesgo país y en las tasas de interés.

Empero, la falta de precisión respecto a la letra chica del respaldo estadounidense hizo que continúe la presión compradora sobre los dólares financieros. A ello se suma la sospecha de que dichos detalles dependen del resultado electoral del 26 de octubre. Lo cual implicaría que hasta esa fecha el BCRA dependerá exclusivamente de los dólares que aportaron las cerealeras exportadoras en las 72 horas en que gozaron de retención cero.

La implementación de retenciones cero para las exportaciones de granos por tan solo 72 horas constituyó una norma hecha a la medida del sector exportador. En ese lapso pudo poner a disposición del BCRA los US$ 7.000 millones de dólares que se acordaron con el Ministerio de Economía.

Como casi la mitad de los embarques anotados no se encuentran aún en poder de los exportadores, queda por verse a qué precio adquieren ese faltante. De eso dependerá en qué medida el agro percibe parte de los beneficios de una medida excepcional adoptada por una autoridad económica que hacía frente a una virulenta corrida cambiaria tras los resultados de las elecciones bonaerenses.

Si bien las retenciones volvieron a los niveles que tenían antes del 21 de setiembre, emergen serias dudas. Sobre la viabilidad de mantener dichos impuestos para la próxima campaña. ¿Aceptarán los productores de aquí en más liquidar la producción sin el incentivo

de recibir el precio pleno por sus productos? Parece difícil luego de verificar que el Gobierno está dispuesto a hacer tal concesión en aras de obtener las preciadas divisas para engrosar las magras reservas del Central. En tal caso, quedaría por verse sobre quiénes recaería el costo fiscal de la medida.

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