La primera revisión del acuerdo con el FMI se aprobó en el Board

La primera revisión del acuerdo con el FMI se  aprobó en el Board

El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) completó hoy la primera revisión del acuerdo ampliado del Servicio Ampliado del Fondo (SAF) para Argentina. Esto marca un hito inicial importante en el marco del programa. Cuyo objetivo es fortalecer aún más las finanzas públicas, reducir la inflación, reconstruir las reservas. Y sentar las bases para un crecimiento más sólido y sostenible impulsado por el sector privado.

A pesar de un contexto mundial más complejo, el Directorio Ejecutivo evaluó que la implementación del programa resultó sólida. Reflejando así políticas adecuadamente restrictivas. No se alcanzó la meta cuantitativa de mediados de junio para la acumulación de reservas internacionales netas (RIN). Pero se cumplieron otros criterios clave de desempeño y objetivos indicativos. Y además se implementaron medidas correctivas para acercar las reservas a la meta de RIN. El Directorio Ejecutivo celebró el compromiso de las autoridades de implementar políticas coherentes con los objetivos del programa.

La decisión del Directorio de aprobar la primera revisión del acuerdo permite un desembolso inmediato de DEG 1.529 millones (aproximadamente US$ 2.000 millones). L  que eleva el total de desembolsos en el marco del acuerdo a DEG 10.729 millones (aproximadamente US$ 14.000 millones). El acuerdo del SAF de 48 meses para Argentina, con acceso a DEG 15.267 millones (equivalente a US$ 20.000 millones, o el 479% de la cuota), se aprobó el 11 de abril de 2025.

“La nueva fase del programa de estabilización de Argentina, respaldada por el acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo, tuvo un comienzo sólido. A pesar del entorno externo complejo. Unas políticas macroeconómicas adecuadamente restrictivas facilitaron una transición fluida hacia un régimen cambiario más flexible. Y la flexibilización de la mayoría de las restricciones y controles cambiarios. La desinflación se reanudó, la economía continuó su expansión y la pobreza siguió disminuyendo. Argentina recuperó el acceso a los mercados internacionales de capital antes de lo previsto, aunque los diferenciales se mantienen elevados”. Así lo sostuvo Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo, tras la reunión del Directorio.

“El objetivo de déficit global cero sigue siendo el ancla clave de la política monetaria. La disciplina y los controles del gasto garantizan el cumplimiento del objetivo de las autoridades de un superávit primario del 1,6% del PIB para este año. Mientras que brindan margen para una asistencia social adecuada a los más vulnerables. De cara al futuro, la consolidación fiscal debe continuar. Con el respaldo de reformas fiscales bien secuenciadas, incluso en el ámbito tributario. Siguen siendo importantes los esfuerzos para garantizar que cualquier nueva iniciativa tributaria o de gasto esté plenamente financiada”.

En un documento que se emitió tras la primera revisión del acuerdo, el FMI indicó que las condiciones monetarias restrictivas deberían seguir apoyando la desinflación y el proceso de remonetización en curso. Los ajustes al marco monetario deberían seguir mejorando la gestión de la liquidez y mitigar la volatilidad de las tasas de interés. Mientras tanto, una mayor claridad respecto al régimen monetario a mediano plazo sigue siendo esencial para consolidar aún más la desinflación.

Debe preservarse la flexibilidad cambiaria, mientras se continúan los esfuerzos sostenidos para reconstruir los colchones de reservas. Esto es fundamental para que Argentina pueda gestionar mejor los shocks y acceder de forma duradera a los mercados internacionales de capital en condiciones más favorables.

Se deben intensificar los esfuerzos continuos para desregular la economía, reducir las barreras de entrada y mejorar la gobernanza y la eficiencia del Estado. Se debe prestar mayor atención a la implementación de reformas bien secuenciadas destinadas a  fortalecer el mercado laboral para promover el empleo formal y facilitar la movilidad. También a impulsar la inversión extranjera directa mediante la implementación consistente y equitativa del programa de incentivos para grandes inversiones. Y asimismo a fortalecer la apertura comercial, incluyendo una mayor reducción de los impuestos distorsionantes a las exportaciones, según lo permitan las condiciones fiscales.

Ante los riesgos aún elevados, la formulación ágil de políticas y la planificación de contingencias siguen siendo esenciales para proteger los objetivos del programa. La preparación continua y la comunicación clara de las políticas, así como un apoyo social bien focalizado, serán clave para ampliar el consenso social y político en torno al programa.

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