La expectativa del mercado es que el Gobierno amplíe diálogo y negociación
Tanto en economía como en política rige un principio esencial. Lo determinante no es únicamente lo que sucede, sino cómo se compara con lo que se esperaba. A medida que se aproxima la elección legislativa, la pregunta central pasa a ser qué resultados pueden esperarse y cuáles serían sus eventuales implicancias. Así lo indicó un informe de Criteria sobre la expectativa del mercado de cara a las legislativas del domingo.
En su análisis, generó tres escenarios de posibles resultados electorales. Un escenario al que llamaron positivo (para el oficialismo), en donde LLA en alianza con el PRO obtiene 10 puntos de ventaja sobre el PJ no dialoguista y la izquierda. Otro escenario de empate entre las dos fuerzas dominantes, con 35% de los votos cada una. Y un escenario negativo (para el oficialismo), donde el PJ no dialoguista y la izquierda lo aventaje en 10 puntos.
En base a estos supuestos, puede entonces inferirse la composición futura de ambas cámaras, en términos de cada grupo de fuerza definido. Y en relación con los umbrales de votación legislativa. Los resultados, en efecto, no resultan sorprendentes. Incluso bajo el escenario más favorable entre los considerados, a partir del 10 de diciembre el Gobierno enfrentará, si pretende sostener una agenda de transformaciones estructurales, la necesidad de ampliar su capacidad de diálogo y negociación. Con aquellas fuerzas políticas dispuestas a acompañar parte de su programa. En otras palabras, se impondrá una mayor densidad política para sostener la gobernabilidad.
En definitiva, maximizar el capital político durante la segunda mitad del mandato constituye, hoy, la expectativa predominante del mercado. Una señal en ese sentido, particularmente, una mayor disposición al entendimiento y la cooperación parlamentaria, podría actuar como catalizador de una reversión del actual clima de incertidumbre.
Para inversores sin restricciones de posicionamiento, y ante la proximidad de la definición electoral, es preciso mantener una estrategia orientada a mitigar la exposición a la volatilidad. Privilegiando la liquidez en dólares y la exposición a obligaciones negociables en moneda dura emitidas por compañías con fundamentos sólidos y métricas financieras consistentes. Entre ellas TGS, Tecpetrol, Pampa Energía y Vista.
Para los perfiles con mayor tolerancia al riesgo, la curva de deuda soberana hard dollar continúa siendo el vehículo más directo para capturar retornos positivos. Especialmente ante la persistencia del respaldo estadounidense y, eventualmente, un desenlace electoral percibido como favorable para el oficialismo.

