La dura derrota de LLA puso en alerta a los mercados

La dura derrota de LLA puso en alerta a los mercados

El sorpresivo resultado electoral del domingo en la provincia de Buenos Aires generó un cimbronazo político y económico de magnitud. Así concluyó el análisis de PPI. La Libertad Avanza (LLA) sufrió una dura derrota frente a Fuerza Patria (FP). La coalición peronista  se impuso con el 47,28% de los votos frente al 33,71% del oficialismo, una diferencia decisiva de 13,57 puntos porcentuales. Muy por encima de las estimaciones previas de las encuestadoras y de las expectativas del mercado.

La derrota se concentró en las secciones más populosas del conurbano. En la primera, FP sacó 10,6 puntos de ventaja, y en la tercera, que concentra gran parte del padrón, la diferencia alcanzó los 25,5 puntos. En total, el peronismo dominó seis de las ocho secciones, dejando al oficialismo con victorias acotadas en la cuarta y la sexta.

El informe de PPI sostiene que ni el mercado ni los analistas más pesimistas anticiparon un resultado de este calibre. La magnitud del revés no solo cambia el tablero político, sino que también reactiva el fantasma de un regreso del kirchnerismo como fuerza competitiva nacional.

El documento remarca que esta dura derrota  obliga a LLA a un cambio profundo de estrategia política. Los intendentes peronistas, que controlan cerca del 75% de la población bonaerense, demostraron capacidad de movilización y coordinación. Lo que revitaliza a una oposición que hasta hace pocas semanas parecía fragmentada.

Más allá de lo político, la principal consecuencia inmediata se verá en los mercados financieros. PPI anticipa un fuerte tono pesimista en los activos argentinos, con presión sobre los bonos y sobre el tipo de cambio.

El Banco Central (BCRA) enfrenta un desafío delicado: la demanda de dinero caerá y se espera una mayor presión sobre el contado con liquidación (CCL). La estrategia más probable es permitir que el peso se deslice hasta la banda superior del esquema cambiario, en torno a $ 1.470 desde los $ 1.355 del viernes.

La capacidad de defensa cambiaria, sin embargo, es limitada. Aunque las reservas líquidas se estiman en US$ 18.070 millones, gran parte corresponde a encajes de depósitos en dólares (unos US$ 13.200 millones). Lo que reduce el “poder de fuego efectivo” a apenas US$5.000 millones. Los analistas advierten que desprenderse del oro, alrededor de US$7.000 millones, sería leído como una señal de debilidad más que de fortaleza.

El análisis recuerda el traumático episodio de las PASO 2019, cuando el triunfo de Alberto Fernández provocó una corrida cambiaria que llevó al dólar a dispararse 30%. Y obligó a reinstaurar el cepo cambiario apenas dos semanas después. Aunque el escenario actual es distinto, la administración de Javier Milei aún tiene dos años de mandato por delante, la sostenibilidad del actual esquema cambiario aparece en duda si el kirchnerismo consolida su recuperación electoral.

En el plano político, la dura derrota abre un debate interno en el oficialismo. PPI plantea que podría ser el momento de reintegrar a Santiago Caputo como estratega central. Enfrentado con Karina Milei y los primos Menem por la dirección electoral del partido, Caputo defendió una estrategia de menor confrontación con los gobernadores. Mientras que el ala dura buscó expandirse rápidamente en todo el país. La derrota en el Congreso y en las urnas parece reforzar la visión de Caputo como alternativa.

En el pre-market, los bonos argentinos en dólares ya reflejaban el impacto: caídas de entre 8% y 10,5%, lo que implica un fuerte aumento en los rendimientos. El riesgo país podría ampliarse entre 360 y 430 puntos básicos en el tramo corto de la curva. Y entre 120 y 190 puntos básicos en los tramos largos.

El informe advierte que el futuro inmediato dependerá de cómo actúe el BCRA. Si interviene agresivamente en el mercado, las caídas podrían ser más profundas. La derrota de LLA en la provincia de Buenos Aires no es solo un traspié electoral, sino un punto de inflexión que pone en jaque tanto la estrategia política del oficialismo como la estabilidad económica. El desafío de Milei será doble: evitar que el kirchnerismo capitalice el envión de cara a las legislativas. Y sostener un programa económico que, a la luz de los nuevos resultados, enfrenta crecientes dudas de sostenibilidad.

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