La confianza de la industria en declive según el Indec

La confianza de la industria en declive según el Indec

La industria manufacturera argentina cerró octubre de 2025 con un deterioro en la confianza empresarial. En un contexto marcado por la caída de los pedidos, el retroceso de las exportaciones y una demanda interna que continúa siendo el principal factor que limita la producción. Así lo reflejó la Encuesta de Tendencia de Negocios (ETN) que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Ésta releva mensualmente las evaluaciones y expectativas de los directivos de empresas industriales de todo el país.

El Indicador de Confianza Empresarial (ICE) de la industria manufacturera se ubicó en -22,8% en octubre. Profundizando así la tendencia negativa que se observa desde mediados de año. El índice combina las opiniones sobre el nivel actual de la cartera de pedidos, los stocks y las expectativas de producción para los meses siguientes. La lectura de octubre muestra un deterioro respecto de septiembre y consolida un clima de cautela entre los empresarios del sector.

La encuesta muestra que 54,3% de las empresas considera que su cartera total de pedidos se encuentra por debajo de lo normal, frente a apenas 3,6% que la evalúa por encima. El balance resultante es de -50,8%, uno de los niveles más bajos del año. Este retroceso está fuertemente asociado a la demanda interna, que continúa siendo la mayor restricción para aumentar la producción. La mitad de las firmas (50,2%) la identifica como el principal factor que limita la actividad.

El diagnóstico no mejora al analizar el frente externo. El 37,7% de las industrias señala que sus exportaciones están por debajo de lo normal. Mientras que solo 6,4% declara estar por encima. Con un balance de -31,3%, la actividad exportadora tampoco aparece como un sostén dinámico para la industria en el cierre de 2025.

En cuanto al nivel de stocks de productos terminados, un 24,7% de las empresas afirma que se encuentra por encima de lo adecuado. Mientras que el 16,2% lo considera bajo. El balance alcanza 8,5%, lo que indica una leve acumulación de inventarios, en línea con la disminución en la entrada de pedidos.

La situación general de los negocios también muestra signos de estrés: el 27,6% de las firmas la califica como mala, frente a un 8% que la considera buena. El balance, de -19,6%, es consistente con el deterioro del ICE y refuerza la percepción de un clima económico complejo para la actividad industrial.

En el plano financiero, aunque la mayoría de los encuestados considera normal su situación, el 21,8% la define como mala y solo un 13,3% como buena. A su vez, el acceso al crédito continúa siendo un obstáculo: más de un tercio de las empresas (34,5%) califica el acceso como difícil.

La ETN también consulta por los factores que restringen el crecimiento productivo. La demanda interna insuficiente continúa siendo el elemento más mencionado, con 50,2% de respuestas, prácticamente igual que tres meses atrás. Le siguen la competencia de productos importados (10,6%), la incertidumbre económica (8,8%) y los problemas financieros (5%).

La escasez de materias primas, insumos o componentes, que fue un problema relevante en trimestres anteriores, aparece ahora en 4,2% de las respuestas. Otros factores tradicionales, como la falta de mano de obra calificada o los obstáculos energéticos, presentan valores muy bajos.

De cara al trimestre noviembre-enero, la expectativa de producción se mantiene moderada. El 64,3% de las empresas prevé que su volumen de producción no variará, mientras que 22,5% espera una disminución y solo 13,3% anticipa un aumento. El balance resultante, de -9,2%, muestra un deterioro respecto de las proyecciones del trimestre previo.

La demanda interna tampoco muestra señales de mejora: 28,1% de los consultados prevé que caerá en los próximos tres meses, mientras que solo 15,2% proyecta un aumento. Las expectativas sobre exportaciones son ligeramente más optimistas: 16,6% espera un incremento, 15,8% una caída y la mayoría (67,6%) no prevé cambios.

En cuanto al empleo, se mantiene el patrón de estabilidad: 80,1% de las firmas considera que no habrá cambios en el número de trabajadores. Mientras que 16,5% prevé una disminución y apenas 3,4% un aumento. Las horas trabajadas seguirán un comportamiento similar.

A pesar del contexto, las empresas mantienen una visión relativamente equilibrada sobre la situación futura del negocio: el 75,2% cree que seguirá igual, 12,7% espera que mejore y 12,1% que empeore.

Los resultados de la encuesta muestran que la industria manufacturera transita un período de debilidad en la confianza. Con una demanda interna que no logra recomponerse y una dinámica exportadora insuficiente para compensar esa caída.

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