El crecimiento de la producción petrolera argentina el más alto de la región
En la última década, el crecimiento de la producción petrolera de la Argentina es el más alto de la región. Los datos surgen del Informe Estadístico Anual de la Energía Mundial que realiza cada año el Instituto de Energía (IA) con la colaboración de KPMG. El análisis señaló que en 2024 la producción petrolera argentina tuvo un crecimiento del 13%. Por su parte Vaca Muerta sigue siendo el motor del crecimiento y el país tuvo un aumento del 109% en la producción de minerales.
En oferta y consumo de energía, hubo una leve caída del 2,5% respecto a 2023. La participación regional representa el 1,1% del suministro total de América del Sur y Central. Mientras que el consumo de petróleo alcanzó los 604.000 barriles diarios, con una caída del 9% interanual y una tasa media de decrecimiento del 1,6% en la última década.
Por su parte, la producción petrolera registró 1,21 millones de barriles por día, con un crecimiento del 13,3%. En tanto que la tasa de crecimiento promedio (2014–2024) fue de 6,7% anual, una de las más altas de la región. Y la participación regional representó el 1,3% de la producción total de América del Sur y Central.
En cuanto al gas natural, las exportaciones por gasoducto totalizaron 1,2 bcm (mil millones de metros cúbicos), principalmente hacia países limítrofes. La tendencia fue de un crecimiento moderado en exportaciones, con potencial de expansión si se consolidan proyectos de infraestructura.
Aunque el informe no detalla cifras específicas para Argentina en energías renovables se destaca que América del Sur y Central tuvo un crecimiento del 8,9% en bioenergía y del 3,7% en renovables eléctricas. Argentina participa activamente en la expansión solar y eólica, con políticas de incentivo y licitaciones públicas.
Asimismo, en 2024 se registró un crecimiento del 5,8% en emisiones de CO₂ respecto al año anterior. La tasa de crecimiento promedio (2014–2024) resultó del 2,5% anual. Representa el 1,1% de las emisiones totales de América del Sur y Central.
Por su lado, Vaca Muerta sigue siendo el motor del crecimiento en petróleo y gas, con inversiones sostenidas y mejoras en productividad. Los desafíos se relacionan a la caída en el consumo interno de petróleo. Posiblemente por sustitución energética, eficiencia o desaceleración económica. Entre las oportunidades están la expansión de exportaciones de gas, desarrollo de hidrógeno verde y consolidación de renovables no convencionales.
La demanda mundial de energía sigue aumentando. El Informe Estadístico de la Energía Mundial 2025 revela un sistema energético global que se mueve en direcciones opuestas. Electrificándose rápidamente, pero aun expandiendo los combustibles fósiles. Escalando las energías renovables rápidamente, pero sin alcanzar los objetivos climáticos. Innovando en algunas regiones, mientras que se estanca en otras. En ningún otro sector esto es más evidente que en el de las energías renovables”. Así lo sostuvo Wafa Jafr, directora de Estrategia de Energía y Recursos Naturales y Socia de KPMG en el Reino Unido.
“Europa se enfrentó a una dura prueba de la realidad: el aumento de las tasas de interés y los costos de la cadena de suministro se han combinado para ralentizar el despliegue. Estados Unidos experimentó un fuerte crecimiento en 2024, pero el impulso futuro es incierto. Ya que los subsidios a las cuentas por cobrar (IRA) se enfrentan a una reducción. En contraste, China y muchos mercados emergentes continúan impulsando el crecimiento de las energías renovables a gran escala. Redefiniendo discretamente el centro de gravedad de la transición. Los líderes ahora buscan navegar por una transición energética desordenada, marcada por tendencias regionales divergentes, limitaciones de infraestructura y fragmentación de políticas”.

