Con la brecha en mínimos desde 2019 hay optimismo en los mercados
MEP y CCL no llegan a estar al 10% del oficial
La brecha cambiaria se consolidó esta semana por debajo del 10%, niveles inéditos desde el 2020 hacia acá. La primaverita financiera, con un carry trade que aprovecha la calma cambiaria para obtener ganancias a partir de la relativamente más alta tasa en pesos, la renovada confianza en el mercado hacia la potencial continuidad de la política económica y su éxito, sumadas a la amenaza de intervención sobre las cotizaciones en caso de una suba del precio del dólar y al propio efecto de la intervención indirecta del blend, se conjugaron para hacer derrumbar el precio de las divisas en su variante financiera.
Hacia mediados de julio el ministro de Economía, Luis Caputo, anunció que el Gobierno comenzaría a intervenir en forma directa sobre la cotización del dólar financiero. Se utilizarían las divisas compradas en el mercado oficial para aplicarlas sobre el CCL y mantener a raya la brecha. Las compras recientes por parte del BCRA dan combustible en ese sentido: compró casi USD1.300 millones en noviembre y casi USD3.400 millones desde mediados de septiembre.
La amenaza no se llevó a la realidad, o al menos no del todo. Desde aquel entonces, el BCRA gastó solo USD599 millones para la compraventa de títulos valores. Sin embargo, ese factor sigue estando ahí como promesa de que no se permitirá un salto mayúsculo de las cotizaciones, desincentivando la demanda de dólares financieros. Con todo, este miércoles la brecha del MEP cerró en 5,1% y la del CCL en 8,6%.
La economista de Portfolio Personal Inversiones (PPI), Melina Eidner, explicó:
“Vemos por un lado que la amenaza de intervención sigue pesando. El Gobierno hace un par de semanas, cuando tuvo que salir a marcar la cancha, salió a marcar en un nivel nominal. Entonces, uno sabe que si se llega a recalentar un poco el CCL y se empieza a ampliar la brecha, es posible que aparezca la intervención del BCRA y no tiene mucho sentido ponerse en contra de eso”.
Y agregó: “Todo el esquema está hecho para que uno quiera quedarse con pesos y hacer carry trade, aprovechar las tasas que hay, en esta calma cambiaria, y en vez de demandar dólares, se los oferta, se obtienen pesos y se hace el carry, tal como lo estamos viendo. Influye en eso que el optimismo sigue. Todo da motivo para el optimismo y extender el carry, no se le ve un freno cercano, una turbulencia cambiaria que pueda hacer perder las ganancias obtenidas en dólares”.
A esos factores se le sumó el dólar blend, que lleva a canalizar por el dólar financiero el 20% de las exportaciones. Si entre enero y septiembre ingresaron por el mercado de cambios oficial ventas externas por USD49.020 millones, entonces al CCL ingresaron por el lado de la oferta unos USD9.804 millones, en un mecanismo constante y sostenido que mantiene a las cotizaciones quietas. En ese sentido, la posibilidad de una retirada del dólar blend para mejorar una situación de reservas netas que siguen en un negativo de USD6.500 millones (incluyendo la deuda por Bopreales), según PPI, se erige como una potencial amenaza de suba de la brecha
Fuente: BAE







