Rechazo de supermercados y distribuidores a los aumentos de precios
Las cámaras de supermercados (Casma) y de distribuidores y autoservicios (Cadam) mayoristas manifestaron su rechazo a aceptar listas con aumentos de precios provenientes de productores de bienes de consumo masivo.
La Cámara de Supermercados Mayoristas (Casma) agrupa a Diarco, Makro, Maxiconsumo, Nini, Vital y Yaguar. Expresó su rechazo a aceptar nuevas listas de precios que contengan aumentos injustificados.
“Esta medida busca defender los intereses de los comerciantes minoristas y la capacidad de compra de los consumidores. Con el propósito de ofrecer la mejor propuesta de consumo, al precio más competitivo posible en el actual contexto”.
Las empresas que forman parte de la Cámara, reafirmaron así su compromiso con el normal abastecimiento y la oferta diversificada de productos. Asegurando que sus clientes tengan acceso a productos de calidad a precios accesibles.
Desde CASMA sostuvieron que la colaboración y el diálogo con la industria proveedora son esenciales para encontrar soluciones sostenibles que beneficien a todos. “Estamos convencidos que es posible alcanzar un equilibrio que permita el desarrollo del consumo masivo y proteger a su vez el bolsillo de todos los ciudadanos”. Así lo afirmó Jean Poccard, presidente de la entidad.
Por su parte, Cadam remarcó que “ante la reciente liberación del cepo cambiario, desde el sector mayorista expresamos nuestro rechazo a las listas de precios que están llegando con aumentos injustificados”.
“La liberación del cepo no representa una devaluación, sino la apertura positiva del mercado. Ya de por sí las empresas operaban con el dólar MEP o Contado con Liqui. Que incluso registraron una baja tras la apertura del dólar oficial. Lo que refuerza la idea de que no hay fundamentos para remarcar precios”.
“Además, el nuevo tipo de cambio oficial liberado está orientado exclusivamente a personas físicas. Por lo que no afecta directamente la operatoria de las empresas”.
“Por eso, hacemos un llamado a la responsabilidad de todos los proveedores del mercado para evitar distorsiones y especulaciones. Que sólo generan incertidumbre y afectan el normal funcionamiento del comercio”.
“El verdadero problema de la economía no es el dólar sino los impuestos, especialmente los distorsivos como son los IIBB y tasas municipales. Y los costos ocultos que se trasladan a precios”.
“Cuando un consumidor compra, por ejemplo, una botella de vino y carne en un almacén o supermercado de cercanía, el precio final incluye una serie de aportes y contribuciones obligatorias y solidarias. Que se vinieron recaudando desde hace más de 20 o 30 años. Muchos de estos cargos se acumulan a lo largo de toda la cadena comercial, desde el productor hasta el punto de venta”.

