La matriz energética argentina tiene casi un 40% de origen renovable

La matriz energética argentina tiene casi un 40% de origen renovable

La matriz energética es una representación cuantitativa de la totalidad de energía que utiliza un país.

Además indica la incidencia relativa de las fuentes de las que procede cada tipo de energía.

Esta puede ser nuclea, hidráulica, solar, eólica, biomasa, geotérmica o combustibles fósiles como el petróleo, el gas y el carbón.

El Día Mundial de la Energía es una oportunidad para reforzar el compromiso con la sustentabilidad.

Así, cada 14 de febrero propone reflexionar sobre el uso responsable de los recursos y la transición hacia fuentes sostenibles.

La Ley 27.191, que dio el puntapié inicial para incentivar la producción de energía limpia, abrió la puerta al desarrollo de parques eólicos y solares en varias provincias.

Esto marcó un antes y un después en el sector.

“La abundancia de recursos naturales que hay en el territorio argentino, desde el viento hasta la irradiación solar hacen muy posible impulsar la expansión de la energía renovable”.

“Y entonces potenciar la reducción del origen de combustible fósil de la matriz energética».

Así lo sostuvo Diego Delfino, gerente de Industrialización de Mehcco.

“La reducción de la matriz energética de origen fósil en los últimos años genera una oportunidad clave para el desarrollo económico”.

Así como para “la independencia energética y la sostenibilidad ambiental”.

Además sostuvo que “el país puede posicionarse como un referente en energías renovables en la región”.

“Y demostrar que el desarrollo económico y el compromiso ambiental pueden ir de la mano”.

Las industrias tienen la responsabilidad de reducir su huella de carbono mediante la optimización del consumo energético y la incorporación de energías renovables.

En este sentido, Delfino explicó que “el consumo eléctrico industrial puede optimizarse con tecnologías que van desde la iluminación LED hasta la automatización de procesos”.

También “la utilización de equipamiento energéticamente más eficiente”.

A su criterio, la accesibilidad a estas tecnologías es un desafío que hay que afrontar con determinación para el bien común.

“La experiencia con productos como las lámparas LED demuestra que, con incentivos adecuados y una mayor concientización, la transición hacia modelos energéticos sostenibles puede acelerarse”.

Además consideró que la clave está la combinación de “inversión, regulación y educación” sustentable.

De esta manera, la sociedad puede adoptar estrategias eficientes y sostenibles.

En Argentina, tecnologías como los paneles solares no se ven masivamente a nivel particular o doméstico.

Y tampoco sucede con los puntos de carga para vehículos eléctricos.

En contraposición, este tipo de instalaciones en industrias, comercios y nuevas construcciones edilicias comienzan a ser más frecuentes.

En este sentido, para impulsar la conciencia ecológica “será fundamental analizar cómo lograr que estas tecnologías destinadas a proteger el medio ambiente sean económicamente accesibles para toda la población”.

“Ninguna de estas tecnologías deberían considerarse como un bien de lujo o a la que solo la industria pueda acceder, son una necesidad para cuidar el planeta”.

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