La faena de hembras en una encrucijada, advirtió el Rosgan

La faena de hembras en una encrucijada, advirtió el Rosgan

La faena de hembras fue históricamente un indicador crucial del pulso de la ganadería argentina.

Este proceso, que implica la extracción de vientres de los rodeos, tiene un impacto directo en la capacidad reproductiva y la producción de terneros.

Este es el elemento esencial para el mantenimiento del stock ganadero.

Sin embargo, más allá de las cifras, es imposible determinar con precisión cuál es el nivel máximo de extracción que el rodeo nacional puede soportar sin generar retrocesos significativos en la producción de terneros.

Así indicó un análisis de Rosgan sobre la faena de hembras, a cargo de María Julia Aiassa.

Allí destacó que este nivel de extracción no solo depende de la cantidad de vientres en stock, sino también de una serie de factores.

Entre ellos, las condiciones ambientales, la genética del ganado, el manejo, los índices de procreo, la tasa de parición y la mortalidad.

El porcentaje de extracción que puede tolerar el rodeo nacional varía según las condiciones de cada año.

No obstante, se sabe que cuando se registran varios años consecutivos de faena elevada sin una mejora en los índices de producción, el stock general se ve afectado, como ha sucedido en ocasiones anteriores.

Desde el 2018/19, la crisis que ocasionó la Peste Porcina Africana (PPA) en China cambió el panorama del mercado de vacas.

La demanda de carne bovina, especialmente de vacas, aumentó considerablemente.

Esto activó el interés comercial por una categoría que, hasta ese momento, recibía un valor marginal en el mercado.

Este cambio resultó en una mejora de los precios y un aumento en el volumen de ventas de vacas.

Esto representó un ingreso significativo para los criadores, llegando a representar más del 30% de sus ingresos anuales.

Si se analizan los precios de la categoría vaca para faena desde 2018, es evidente que experimentaron un notable aumento.

Desde inicios de 2018 hasta la fecha, el valor de la vaca subió más del 35% en términos reales.

Lo hizo con incrementos de hasta el 75% durante el primer tercio de 2022.

Esto permitió un incremento en la faena mensual de vacas.

Pasando de un promedio de entre 150.000 y 170.000 vacas mensuales, a una faena de entre 200.000 y 230.000 vacas por mes.

Incluso se alcanzaron picos cercanos a las 250.000 cabezas mensuales en 2023.

Este auge en la faena de vacas tuvo efectos positivos para los productores.

Ya que no solo incrementó sus ingresos, sino que también activó un ciclo virtuoso en la ganadería argentina.

Este involucra la invernada, el engorde y la industria exportadora.

La mayor actividad en la faena de vacas impulsó a la industria local a aumentar sus niveles de procesamiento, especialmente para el mercado internacional.

Sin embargo, este proceso comenzó a mostrar signos de agotamiento.

Ya que el exceso de extracción de vacas provocó un estancamiento en el stock ganadero.

Los ciclos de fuerte faena, como los de 2018, 2019 y 2023, llevaron a niveles de extracción elevados para el perfil de la ganadería nacional.

A pesar de la capacidad de reposición, los índices de destete se mantuvieron relativamente estables.

Esto hace temer una disminución del stock de vientres a futuro.

Los primeros indicios sobre la actividad de faena sugieren una posible caída en el stock de vientres en producción.

A pesar de que los datos oficiales del stock nacional con corte a diciembre de 2024 aún no se publicaron.

En 2024, Argentina faenó un total de 2,62 millones de vacas, lo que representó casi un 12% del stock inicial.

Con una leve disminución respecto a 2023, por la sequía.

Además, la faena de vaquillonas, que es clave para la reposición de vientres, mostró un aumento considerable.

Así superó los 4 millones de cabezas por segundo año consecutivo.

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