El Gobierno intensifica su disputa con los gremios aeronáuticos y ve pura ganancia política ante la opinión pública
Seguro de que está triunfando en la «batalla cultural», el Gobierno lleva a fondo el conflicto con los gremios aeronáuticos, de escasa imagen positiva frente a la opinión pública. El Ejecutivo anunció ayer la «desregulación» del servicio de rampas en los aeropuertos para terminar con el «monopolio» de la empresa Intercargo, en medio del conflicto por las asambleas de trabajadores que ocasionaron nuevas demoras y cancelaciones de vuelos. Este viernes, por otra parte, es la fecha límite que la Casa Rosada le dio a los sindicatos para que presente un plan para que permita a Aerolíneas Argentinas funcionar sin conflictos, bajo amenaza de que, de lo contrario, Javier Milei pedirá que la compañía entre en un Plan Preventivo de Crisis que derive en su cierre definitivo.
«A partir de hoy se terminó Intercargo tal como la conocíamos», anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni en conferencia de prensa y confirmó que se habilitó a las fuerzas de seguridad a «explotar» en casos de emergencia y «de manera temporal y excepcional», los «servicios aeroportuarios,
operacionales y de rampa en general» en los aeropuertos, para que «ningún terrorista sindical tome de rehén a un pasajero y arruinarle sus vacaciones, su viaje laboral o su viaje por temas médicos, o negarse a hacer su trabajo al retener las valijas de los pasajeros».
Se trata de una suerte de modelo «antipiquetes aéreos«, que ya había anticipado la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Además, antes, la Secretaría de Transporte había informado, mediante un comunicado, que Intercargo “desvinculó con causa a los 15 empleados responsables del traslado de pasajeros que ayer incumplieron sus obligaciones en el Aeroparque Jorge Newbery al momento que se hizo la sorpresiva asamblea, impulsada por Asociación del Personal Aeronáutico (APA), que paralizó la operación”.
El Gobierno hizo trascender, por otra parte, que ya hay «dos empresas» interesadas en ingresar a la actividad de la operación de rampas en aeropuertos.
El Ejecutivo libertario administra sus conflictos con el sindicalismo. Mientras mantiene canales de negociación con un sector de la CGT, como lo hizo con la reglamentación de la reforma laboral o al bajar el Proyecto de Ley sobre Democracia Sindical que impulsaba un sector de la oposición, acelera en la pelea con los gremios aeronáuticos.
Además del conflicto por Intercargo, la gestión libertaria ya le dio un ultimátum a los gremios que operan dentro de Aerolíneas Argentinas. Según dejaron trascender desde la Rosada, instaron a los sindicatos a presentar una propuesta que contemple la operatividad sin conflictos de la empresa estatal. En caso contrario, avanzará con un plan preventivo de crisis. La reunión entre las partes está prevista para este viernes por la tarde. «El Presidente dio instrucciones de resolver el tema. O se resuelve el tema o se privatiza Aerolíneas, o se la entrega a los empleados, o se cierrra, veremos que están dispuestos a hacer los empleados de Aerolíneas», advirtió en las últimas horas el jefe de Gabinete, Guillermo Francos.