El mercado ganadero ante desafíos estructurales y coyunturales
El mercado ganadero argentino comienza el 2025 en un escenario de costos crecientes, precios que buscan equilibrio tras la recomposición del año pasado. Y la recuperación del clima que fue un factor determinante al inicio del año. Pero que dificulta la recuperación de los rodeos por la sequía primero y las inundaciones de la zona núcleo que cayeron justo en época de destete.
La inflación y la presión impositiva siguen siendo factores determinantes que encarecen la actividad. Reduciendo así la rentabilidad de los productores, a lo que se suman, la volatilidad económica -que impacta en los costos de producción-, el acceso al crédito y la previsibilidad del negocio. Pero con China y la Unión Europea a la cabeza, se sostiene el valor del novillo pesado y la vaca de descarte.
En un mercado condicionado por la economía, la ganadería enfrenta múltiples desafíos estructurales y coyunturales. Tres ejes fundamentales marcan la dinámica del sector.
Por su parte, la formación de precios sigue dependiendo de múltiples factores. Oferta y demanda, costos internos de producción, tipo de cambio y políticas gubernamentales. Las intervenciones en el mercado, como restricciones a las exportaciones o controles de precios, han demostrado ser perjudiciales en el pasado y se espera que haya mayor previsibilidad este año.
Asimismo el mercado interno sigue representando el principal destino de la carne vacuna argentina. Aunque el consumo per cápita experimentó variaciones debido a los cambios en el poder adquisitivo de la población. En los últimos años, el consumo de carne vacuna se mantuvo en torno a los 45-50 kg por habitante al año. Con una creciente competencia de otras proteínas como el pollo y el cerdo.
Mientras que en el mercado externo, Argentina mantiene su posición como uno de los principales exportadores de carne vacuna. Con China absorbiendo más del 60% de los envíos. Sin embargo, la diversificación de destinos sigue siendo un desafío, con oportunidades en mercados como EEUU, la UE y Medio Oriente.
El comportamiento del mercado en los primeros meses del año marcó diferencias entre las distintas categorías de hacienda.
Así, los terneros y terneras livianas se ven afectados por el alto costo de la alimentación en feedlots, lo que redujo la demanda. Mientras que los novillos pesados y vacas de descarte: mantienen buenos valores gracias a la demanda exportadora. Especialmente desde China y los mercados premium como la cuota Hilton. Por su parte, el novillito para consumo interno mantiene una demanda estable. Aunque su precio sigue condicionado por el poder adquisitivo local.
Ante esta situación, los productores deben estar atentos a las tendencias de mercado para definir sus estrategias de comercialización. «La tecnología permite acceder a información en tiempo real sobre precios y demanda”. Así lo afirmó Emilio Herz CEO de deCampoaCampo, el mercado ganadero online más grande del país. “En deCampoaCampo buscamos darle servicio al productor ganadero a través de la tecnología para hacer su negocio más eficiente y rentable. A través de la App el productor puede cotizar gratis y sin compromiso de venta. Obteniendo así una referencia real de mercado para tomar decisiones estratégicas”.
La adopción de tecnología en la ganadería argentina creció de manera significativa en los últimos años y seguirá marcando la diferencia en 2025. Los principales ejes son trazabilidad digital y big data para monitoreo de la producción. Como también el uso de inteligencia artificial en mejora genética y eficiencia alimentaria. Y asimismo drones y sensores para manejo del rodeo y optimización de recursos.
El sector ganadero avanza en la incorporación de nuevas tecnologías que optimizan la producción. Sin embargo, la adopción de estas herramientas sigue siendo desigual. Ya que muchos pequeños y medianos productores aún tienen dificultades para acceder a ellas. Debido a su alto costo inicial y la falta de conectividad en algunas regiones.
En un contexto de incertidumbre económica, los especialistas destacan tres ejes que marcarán el rumbo del sector. Por un lado, la diversificación de mercados. Argentina busca consolidar su presencia en EEUU, la Unión Europea y Medio Oriente. Mercados que demandan carne de alta calidad y trazabilidad certificada.
Además, una mayor tecnologización. La trazabilidad digital, el uso de big data para el monitoreo de la producción y la incorporación de inteligencia artificial en la selección genética son clave para mejorar la eficiencia.
En tercer lugar, la sostenibilidad y bienestar animal. Los consumidores, tanto locales como internacionales, buscan productos con mayor respaldo en términos ambientales y de bienestar animal.
«El mercado ganadero está en plena transformación. La clave será adaptarse a los cambios, incorporar tecnología y apuntar a nuevos mercados. Argentina tiene el potencial para seguir siendo un referente global en la producción de carne vacuna», concluyó Herz.

