El Gobierno busca mostrarse a la ofensiva y expone la nueva agencia impositiva como una señal de dureza política

El Gobierno busca mostrarse a la ofensiva y expone la nueva agencia impositiva como una señal de dureza política

Javier Milei busca mostrar gestión y una actitud a la ofensiva, después de semanas difíciles en el Congreso, y a la vez exponer esa imagen de Gobierno frente a la tensa interna del peronismo, con foco en Cristina Fernández de Kirchner. Los movimientos del Gobierno son también una señal a Mauricio Macri, que cuestiona la falta de una gestión afirmada, y también un mensaje de dureza política, como ocurre con la reestructuración y poda en la AFIP, ahora ARCA.

En esa línea, el Presidente viene sumando algunos actos de gobierno y también entrevistas. En la última, el dato destacado fue otra vez la salida del cepo -dijo que esta “mas cerca” de lo que se puede esperar- y y la ratificación de pronósticos optimistas sobre la baja del IPC. En la anterior, había dejado una frase polémica sobre el kirchnerismo y CFK.

La elección de la ex presidente como principal rival no es el único dato político. Por la vía de los trascendidos, el oficialismo salió a destacar que los cambios en la agencia impositiva marcan la intención de ir por la herencia “massista” dentro del Estado nacional. El ejemplo más señalado es el de la Aduana.

En paralelo, la interna peronista sigue su curso. En el final del plazo sobre impugnaciones y otras cuestiones vinculadas a la oficialización de las listas, los apoderados del espacio de Ricardo Quintela aseguraron que salvaron los cuestionamientos hechos por los representantes de CFK. Y acusaron a la ex presidente de intentar bloquear a su competidor, aunque insisten con la postergación de la elección interna.

Por su parte, los apoderados de la lista de la ex presidente desistieron de impugnar la nómina de Quintela. Desde las filas del Instituto Patria afirman que fue un giro para dejar en evidencia que el gobernador riojano busca evitar o postergar la fecha del comicio partidario, previsto para el 17 de noviembre.

Apenas un día después de que fueran anotadas las listas encabezadas por CFK y por el gobernador riojano, el kirchnerismo planteó ante la Junta Electoral partidaria que la presentación de sus competidores no cumplía con todos los requisitos, algo que desde La Rioja consideraron una chicana.

Fue la primera señal de la nueva etapa de tensión. Ya no se trata sólo de alinear sectores para la batalla, sino de cruces que generan sombras sobre la propia elección interna.

Ahora quedaron a la vista los problemas organizativos que podría enfrentar el PJ para una elección casi sin antecedentes propios. Se estima que los padrones suman más de 3 millones de afiliados, aunque no está claro si los listados están actualizados y depurados.