El fin del excepcionalismo de EEUU y su Impacto en los mercados

En un contexto de creciente incertidumbre económica y tensiones geopolíticas, las criptomonedas vuelven a verse como reserva de valor.
La reciente estrategia de la administración estadounidense incluye la creación de una reserva nacional.
Esta contendría activos como bitcoin, ethereum, ripple, solana y cardano.
La idea del presidente de EEUU, Donald Trump, de utilizar criptomonedas como reserva de valor, marca un hito en la institucionalización de los criptoactivos.
Así lo destacó un informe de Buenbit.
La iniciativa refuerza la idea de que las criptomonedas pueden actuar como reserva de valor en tiempos de inflación y crisis económicas.
Pero también envía un mensaje claro a otros países: la adopción de estas tecnologías es inminente.
Y además esto puede transformarse en un pilar de la economía nacional.
Esta estrategia se complementa con la prohibición de las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) en territorio estadounidense.
Esto protege el dólar y consolida la posición de las criptomonedas frente a alternativas digitales bajo control del Estado.
A pesar de estas medidas, los factores macroeconómicos externos mantienen una nube de incertidumbre sobre el futuro inmediato.
Entre ellos, la inflación, la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y las tensiones geopolíticas.
La decisión de mantener las tasas de interés en niveles relativamente altos, junto con pronósticos de crecimiento económico revisados a la baja, genera un escenario en el que la búsqueda de refugio en activos no tradicionales se vuelve atractiva.
Sin embargo, esta misma incertidumbre puede limitar el entusiasmo por inversiones altamente volátiles.
Así puede suceder, si los inversores perciben un riesgo excesivo o una falta de liquidez en ciertos segmentos del mercado.
El informe de Buenbit también destaca el declive del excepcionalismo estadounidense.
Es que el 69% de los inversores considera que el papel de EEUU como motor principal de la economía global está en declive.
Este sentimiento se refleja en el notable retroceso de las Siete Magníficas.
Este grupo de empresas tecnológicas influyentes perdieron US$ 3,3 billones en valor de mercado desde su pico.
Este ajuste sugiere que los inversores están reevaluando sus expectativas y podrían estar buscando activos más seguros y estables.
Desde Buenbit, se mantiene una postura de optimismo a pesar de las correcciones naturales de precios.
Se ve un mercado aunque enfrenta retos significativos en el corto plazo.
Pero que muestra fundamentos sólidos para un crecimiento sostenido en el mediano y largo plazo.
La incorporación de medidas regulatorias claras y el apoyo institucional sientan las bases para que las criptomonedas se consoliden no solo como instrumentos de inversión, sino como herramientas esenciales en el panorama financiero global.
Mientras el excepcionalismo de EEUU parece estar en jaque, las criptomonedas y otros activos no tradicionales podrían ofrecer nuevas oportunidades en un entorno económico cada vez más incierto.