Con las reservas en rojo hay dudas por los vencimientos

Con las reservas en rojo hay dudas por los vencimientos

Habían caído a US$ 1.500 millones en abril, tras haber tocados los US$ 11.000 millones en diciembre. De acá a enero hay vencimientos por casi US$ 6.000 millones.

Las dificultades del Banco Central para reforzar sus posiciones en dólares se hacen sentir sobre las reservas netas, las que muestran cuál es la capacidad que la entidad tiene para intervenir en el mercado. En concreto en los últimos meses, con menos liquidación de divisas por motivos estacionales, volvieron a subir y ya rondan los US$ 5.200 millones.

Las reservas brutas llegan a US$ 27.473 millones. Acá están incluidos los encajes bancarios de los depósitos en dólares, el aporte del swap con China, los préstamos con organismos internacionales, el oro y los fondos de SEDESA. Para calcular las reservas netas hay que restar aquellas que están atadas a un compromiso de devolución, como el swap, los préstamos o los encajes.

En el comienzo de la actual gestión, las reservas netas eran negativas en US$ 11.000 millones

Desde entonces, a partir de la devaluación se fueron recomponiendo merced a las compras del Banco Central, que en estos 9 meses del gobierno de Javier Milei se hizo de US$ 17.500 millones. Esto permitió que las reservas netas se fueran reduciendo hasta tocar los US$ 1.500 millones en abril. Pero desde ahí comenzaron a crecer nuevamente.

Según la estimación de la consultora LCG -el Banco Central no proporciona esa información-, hasta el viernes pasado, las reservas netas disminuyeron US$ 25 millones en la semana y US$ 170 millones en el mes. «Se sitúan en -US$ 5.200 millones, a mitad de camino respecto al nivel heredado», señala la consultora.

El cambio de tendencia obedeció a que las compras del Central en el mercado fueron menguando, a medida que bajaba la liquidación de exportaciones y se iban liberando más pagos para los importadores. Esto llevó a que tanto en junio coen julio, el Central terminara con un saldo vendedor en sus intervenciones en el mercado, lo que cortó una racha positiva de cinco meses.

Hacia adelante, si bien en lo que va de agosto compró US$ 241 millones, el panorama de acumulación de reservas se complejiza.

«Siguen las dudas sobre si el flujo de entrada de dólares será suficiente para cubrir el flujo de salida de corto/mediano plazo, hasta que se pueda tener acceso de nuevo a los mercados», marca LCG.

A esto se suman los efectos de los vencimientos de deuda que se vienen. LCG puntualiza que a grandes rasgos, quedan pendientes pagos hasta fin de año por US$ 1.100 millones en Bopreales (el bono para saldar la deuda con los importadores) y US$ 300 millones netos al FMI (US$ 1.100 millones de pagos y US$ 765 millones de desembolsos).

En enero se suma la exigencia de US$ 4.500 millones por nuevos servicios de los Bonares y globales. «Todo esto en un contexto en el cual los pagos por importaciones se intensificarán a partir de habilitar dos cuotas en lugar de cuatro, y las exportaciones seguirán afectadas por cuestiones estacionales, en medio de precios internacionales más bajos».

«Entre los puntos a favor está que el acuerdo con el BID incluye nuevas bajos operaciones de crédito previstas para lo que resta del año por US$ 2.100 millones adicionales, lo que habrá que confirmar. Lo mismo que el REPO con bancos que el ministro dice estar negociando», agrega LCG.

Desde Portfolio Personal Inversiones (PPI) advierten que «si bien el BCRA pudo mejorar su performance en el mercado oficial en la última semana, la perspectiva hacia adelante es desalentadora. Las razones son que se podría acelerar la demanda privada producto de pagos de ONs y provinciales que restan en agosto, junto con los mayores pagos de importaciones».

Fuente: Clarín