Luego del desplome el consumo empieza a mostrar señales de recuperación

Luego del desplome el consumo empieza a mostrar señales de recuperación

La variación de las ventas

La caída fue de 13,9%, según un informe de una consultora, y es la mayor de las últimas dos décadas; algunas mediciones ya muestran que la demanda se reactivó a partir de diciembre

A pesar de una leve desaceleración de la caída que hubo en diciembre, 2024 cerró con una profunda caída en el consumo masivo, la mayor desde la crisis de 2001. Las ventas de alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza registraron en el último mes del año un descenso interanual del 18% –en septiembre se había tocado el piso, con una baja interanual del 22,3%– y terminaron 2024 con un saldo negativo del 13,9%.

Los datos corresponden a la medición que realiza la consultora Scentia, que destacó como un dato positivo que diciembre fue el tercer mes consecutivo que mostró una desaceleración de la caída interanual. “El último mes arrojó una retracción de -18% en la suma de canales, confirmando la tendencia de desaceleración en la caída, iniciada en octubre. Claro que es un número muy fuerte y el acumulado anual se posiciona como uno de los peores años en los últimos 20, aproximadamente”, explicó Osvaldo Del Río, director de Scentia. La consultora inició su relevamiento hace doce años, lo que hace que para comparar los resultados actuales haya que hacer un puente con una medición similar que hacía otra firma (CCR), que, a su vez, había relevado para los peores meses de la crisis de 2001/2002 caídas de dos dígitos en el consumo masivo.

Relevamiento de CAME

La sensación de que el consumo puede haber empezado a recuperarse, después de una etapa muy negativa, también se sustenta en otros relevamientos. De acuerdo con la medición que hace la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en diciembre las ventas minoristas pymes tuvieron una suba del 17,7% interanual y del 4,2% frente a noviembre.

Por su parte, el relevamiento que realizan las propias empresas fabricantes también ya mostró un cambio de tendencia en el consumo. Según el índice que elabora la Asociación de Industrias de Marca (ADIM) –entidad que agrupa a las mayores empresas de consumo masivo–, en noviembre las ventas cerraron en el mismo nivel que en 2023 y en diciembre tuvieron un repunte interanual de casi cinco puntos. “El consumo ya empezó a dar la vuelta y la recuperación incluso se siente entre las empresas que tienen una distribución intensiva de alimentos y bebidas”, explicaron en una empresa que forma parte de ADIM.

El otro dato positivo (o, al menos, no tan negativo) es que los aumentos de precios mostraron una desaceleración, acompañando la evolución general de la inflación. “El precio promedio ponderado continúa su desaceleración, ubicándose en 111,6%, alineado al Índice de Precios al Consumidor (IPC) recientemente informado”, precisaron en Scentia.

Impacto generalizado

En la consultora destacaron que el impacto en las ventas no distinguió entre el canal supermercadisy los locales más pequeños. “La contracción es parecida en ambos canales medidos y se nota algo más fuerte la caída en los autoservicios”.

Algo parecido ocurrió si se mira la evolución de las distintas canastas de productos. En diciembre todos los rubros tuvieron números en rojo (la mayor caída se registró en bebidas sin alcohol, con un descenso del 24,4%), mientras que en el acumulado del año la peor performance correspondió a la categoría bebidas alcohólicas, con una disminución de 19,6%.

Como ya se consignó, para encontrar una caída similar a la de 2024 hay que retrotraerse a 2002, aunque hay que tener en cuenta un par de salvedades. En 2002 la comparación se hizo contra un 2001 que ya venía con un consumo deprimido y a la baja. En cambio, en 2024 la medición interanual es contra el pico del llamado “plan platita”, que lanzó el entonces ministro de Economía y candidato a presidente Sergio Massa, y que terminó sobrecalentando la demanda al menos en diez puntos: en la primera mitad de 2023 las ventas en promedio caían un 0,6%, y a partir de agosto, con la aceleración de la inflación y el temor a una híper, pasaron a ser positivas, con subas que oscilaron entre el 7% y el 8%.

Cambio de hábitos

Otro factor que desde el Gobierno se encargan de destacar es que la baja en las ventas de los supermercados y autoservicios se explica, aunque sea parcialmente, por un cambio en los hábitos de consumo y una migración de parte de los compradores hacia las plataformas de e-commerce y las nuevas apps. La teoría del cambio en los hábitos es reforzada por los propios jugadores digitales.

“En un contexto desafiante en términos de consumo, PedidosYa, la compañía de tecnología líder en delivery y quick-commerce, continúa creciendo fuerte en el país con sus supermercados digitales, los PedidosYa Markets, que registraron un aumento interanual del 43% en unidades en 2024, impulsados por la comodidad, precios convenientes y la búsqueda de soluciones más rápidas y personalizadas”, dijeron en PedidosYa.

Fuente:  La Nación

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