EE.UU. afirma que trigo transgénico de Bioceres es seguro para producción
El gobierno de Biden despejó el camino para un tipo de trigo genéticamente modificado de Argentina, poniendo a la empresa de tecnología agrícola Bioceres Crop Solutions Corp. un paso más cerca de su objetivo de llevar su grano tolerante a la sequía a los mercados mundiales.
Las acciones de la empresa con sede en Rosario, Argentina, subieron hasta un 13% el miércoles después de que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) dijera un día antes que es improbable que el llamado trigo HB4 de Bioceres suponga una mayor amenaza de plagas para las plantas y que puede cultivarse con seguridad en EE.UU. La decisión despeja el camino reglamentario para la variedad, que también es resistente a los herbicidas.
La decisión marca un hito importante para la industria de la biotecnología agrícola. Mientras que los agricultores llevan décadas cultivando soja y maíz modificados genéticamente —cultivos que se utilizan sobre todo para alimentar al ganado o como biocombustible—, el trigo HB4 sería el primer cultivo importante consumido directamente por los seres humanos. Esa distinción ha avivado durante años la feroz oposición de grupos de consumidores, agricultores y ecologistas.
Era necesaria desde hacía mucho tiempo.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. determinó en 2022 que la variedad era segura para el consumo humano. El director ejecutivo de Bioceres, Federico Trucco, dijo en mayo que la aprobación en EE.UU. de su trigo transgénico era necesaria desde hacía mucho tiempo.
Un portavoz de Bioceres señaló que el trigo HB4 ahora está plenamente aprobado para su producción en EE.UU., lo que lo convierte en el cuarto país que permite su cultivo. Brasil, Paraguay y Argentina ya habían aprobado la variedad de la empresa.
Aunque la decisión del USDA despeja el camino reglamentario para el nuevo cultivo, aún pasarán años antes de que Bioceres pueda comercializar con éxito el trigo del tipo HB4 en EE.UU. Todavía se necesitan pasos adicionales, incluidos ensayos de campo en sistema cerrado, según un comunicado de US Wheat Associates.
El grupo dijo que confía en que la tecnología “tiene el potencial de ofrecer beneficios significativos al productor y al consumidor” y señaló que el apoyo también dependerá de que la tecnología sea aceptada en los principales países importadores.
Fuente: Bloomberg